Despiértese con un horizonte infinito en este refugio mediterráneo contemporáneo, una vivienda donde el diseño moderno se une con la belleza atemporal del mar.

Tras unas llamativas puertas dobles azules, un camino adoquinado conduce hacia un garaje doble privado y la gran entrada principal. Al entrar, un luminoso recibidor con techo alto enmarca su primera impresión del estilo de vida que le espera: la luz del sol entrando por amplios ventanales, la terraza extendiéndose frente a usted y la piscina infinita fundiéndose con el horizonte.

El corazón de la vivienda es una cocina de diseño completamente nueva, moderna, elegante y perfecta para recibir. Su isla en semiforma de L conecta de forma natural con el amplio salón-comedor, un espacio bañado por luz natural, amueblado con estilo y con una pared de medios como punto focal. Aquí, la vida fluye sin esfuerzo entre el interior y el exterior, con terrazas cubiertas y abiertas para disfrutar todo el año.

En la planta baja se encuentran dos cómodos dormitorios dobles que comparten un baño reformado con buen gusto, además de un aseo de invitados. La Villa cuenta con aire acondicionado en todas sus estancias, ofreciendo un confort absoluto en cualquier época del año

En la planta alta, el ala oeste alberga una amplia suite de invitados con baño privado y vistas panorámicas al mar. Al otro lado del rellano, la suite principal ofrece un vestidor (pendiente de personalizar), un baño completamente renovado y acceso a una terraza privada, el lugar perfecto para disfrutar de un café mientras los barcos pesqueros pasan. El tercer dormitorio es versátil, oficina, estudio o habitación extra, con un balcón único y escalera de caracol que lleva al solárium de la azotea.

Desde lo alto, las vistas son inigualables con 360° que abarcan desde las montañas y viñedos de Manilva hasta el intenso azul del Mediterráneo. También hay una sauna, ideal para relajarse después de un baño en la piscina.

En el exterior, la terraza de dos niveles encarna el auténtico estilo de vida mediterráneo. La parte superior enmarca la piscina infinita como una obra de arte, mientras que la inferior está hecha para largas comidas y cenas al atardecer con amigos. La piscina, equipada con una bomba de gran capacidad, mantiene el agua suave y cristalina, como un espejo del mar.

La ubicación es igualmente privilegiada, a pocos minutos del prestigioso campo de golf Finca Cortesin, del encanto encalado de Casares y del animado Puerto de la Duquesa. Sotogrande y Estepona están a un corto trayecto, el Aeropuerto de Gibraltar a 35 minutos, Málaga a una hora, y si le apetece ir de compras o disfrutar de alta gastronomía, Marbella está a tan solo 20 minutos por la costa.

Más que una vivienda, es una invitación a bajar el ritmo, respirar la brisa marina y vivir días que no querrá que terminen nunca.